Una de cada cinco mujeres engorda en su primer año de matrimonio, el 20% empieza a descuidarse desde su luna de miel y ya no desea impresionar a su pareja
Esta información fue arrojada, por un estudio realizado en el Reino Unido que pesó a 3 mil mujeres. Unas dos de cada 10 esposas dicen que ya no siente la necesidad de impresionar a su pareja. Incluso, el 20% empieza a descuidarse en la misma luna de miel.
Primero se mueren de hambre y, a contrarreloj, hacen de todo para bajar de peso y entrar en el vestido soñado para dar el sí, espléndidas. Pero, según un estudio publicado en el Reino Unido, la situación cambia, anillos mediante.
Amor = Más peso
Una de cada cinco mujeres, 22% aumenta un promedio de 6.5 kilos durante el primer año de casada, según la investigación.
El estudio fue realizado por una empresa dedicada a la fabricación de yogurt y se metió en la balanza de 3 mil mujeres. Uno de sus voceros dijo a la prensa británica que durante meses, perder peso y conseguir un cuerpo perfecto para vivir una boda es lo más importante para la mayoría de las novias. Pero, tras el casamiento, se olvidan de mantener la línea y en ocasiones parecen recuperar el tiempo, y el peso perdido, en especial cuando se van de lunas de miel del tipo todo incluido.
Más de la mitad aseguró que, tras casarse, ya no se preocuparon por su peso ni su apariencia. Incluso, para una de cada cinco, el descuido comenzó en la misma luna de miel.
En tanto, el 42% admitió que el motivo del sobrepeso se debe a que se han relajado y el 22% confesó que ya casadas, no sintieron la necesidad de impresionar a su pareja.
El estudio reveló que para un tercio de las novias fue difícil alimentarse de manera saludable durante el primer año de casadas y que el hecho de ya no tener el día de la boda o la luna de miel como motivadores las hicieron subir de peso.
Un cuarto de ellas llegó a responsabilizar al gran día por los kilitos de más. El 25% aseguró que estaban tan desilusionadas porque la ceremonia y la fiesta habían terminado que se reconfortaron frente al refrigerador. Poco más de tres de cada 10 mujeres dijeron que abandonaron las dietas y el gimnasio simplemente porque ya no tenían ninguna otra boda que organizar.
Según la prensa británica, que reproduce el estudio, los kilitos de más no pasan desapercibidos y mucho menos ante los ojos enamorados de sus maridos. A pesar de estar atravesando la "eterna" luna de miel, el 19% de los esposos hizo comentarios sobre el nuevo peso de sus mujeres y más de la mitad las impulsó a que se pongan en línea. Casi el 30%, incluso, se puso de su lado y aceptó entrarle a la lechuga con tal de que su tortolita vuela a ser la de antes.
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